domingo, noviembre 27, 2005

2046 veces contra la pared


Dos películas que están en cartelera actualmente, dos versiones del amor que también están en cartelera por estos días, aunque ya se que hay excepciones que son la supuesta muestra de que el amor de cuento de hadas existe, me pregunto que es lo que pasa con nosotros y con el amor últimamente, no es que seamos unos pocos los desadaptados a los cuales el asunto no les funciona, es que son unos pocos desadaptados a los que el asunto les funciona.

Todos los días lo que oímos son cuentos truculentos de rupturas, infidelidades, desencuentros y además encontramos placer en saber que el resto de la humanidad esta igual a muchos de nosotros.

Estas dos películas no son historias de amor, son más bien historias de soledad, son individuos tratando desesperadamente de sobrevivir a sus pasados y sobre todo de salirse un poco de su angustia interna y vivir con alguien, obtener calor en las fechas trágicas del 24 o el 31 de diciembre. Seres del pasado, del ahora y del futuro solos y con tiempos individuales que no sincronizan con ningún otro por mucho tiempo.


Todos los días tenemos pequeños lutos por diferentes muertes: ilusiones, deseos, propósitos, ideas. Yo todos los días asisto a un funeral, y aunque suene trágico no lo es, por el contrario es esperanzador.

Y aunque las historias reales de amor son oscuras y sobre todo muy diferentes al cuadrito que tenía pintado en mi cabeza, las vividas tienen un nuevo aire, son una invitación a la libertad, no tienen nada de cómodas, ni de pasivas, no se estancan porque duran poco de una sola forma.

Ambas pelis son sórdidas y bonitas, son grandes historias de amor, de las que a mi más me gustan.

Atentamente

Una androide con reacción retardada.

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