Sin darme cuenta, comencé a tejer una colcha.
Tenía mucho tiempo libre y me sentía sola
En vez de agujas utilice anzuelos
Con la técnica del croché tejí una red
Nadie me cayó la boca, ni me dijo lo que estaba haciendo.
Yo no me daba cuenta, sólo me sentía mal.
Creía que estaba elaborando una red poderosa a prueba de todo
Tan fuerte que podría soportar vientos del norte y del sur
Una red cargada de gestos de generosidad y amor
Una atarraya para un pescado dorado
Sólo luego de un profundo silencio entendí
Que era una colcha de reproches.
2 comentarios:
La quiero
Aqui la espero en el 75 de la rue Caulincourt, escogi un lugar perfecto para que se deje querer y llevar de la mano. Un lugar tranquilo, rodeado de arboles y luz. Me hace falta, la pienso seguido y espero saber de ud.
No se le olvide
La quiero, la quiero, la quiero
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