miércoles, diciembre 27, 2006

Navidad de 2006




Les pido exclusas a los pocos lectores de este sitio por mi ausencia, hace rato no tenia nada que decir.
Hoy tampoco tengo mucho que decir, pero tengo cámara nueva. Quería mostrar mi pesebre.
Las cosas tienen que seguir su cause para conocer el océano donde van a ir a parar.

domingo, septiembre 17, 2006

El Pasado SI perdona

Hace mucho tiempo no me alcanzaba el aliento para leer un libro que tuviera más de 250 páginas, El Pasado, una historia de amor, logró capturarme durante sus 550.
-Incluso un día alegué calamidad domestica para quedarme averiguando más de la historia de Rímini y Sofía, sus dos desequilibrados protagonistas.

Fue un mes de lectura dedicada, robándole tiempo al trabajo, haciéndole el quite a los altibajos emocionales (propios y provocados por la novela), un mes que me dejo exhausta, empalagada y aterrada.

Esta novela se trata de un adiós que no se despide, ese vicio conduce a sus protagonistas a la demencia sin retorno, lo que la convierte en comedia, como es en realidad eso del amor.

El Pasado llegó en un momento agitado de mi vida emocional, alrededor de mis treinta y de los treinta de los protagonistas. -Hace poco, cuando ya predecía el fin de un amor, dije que íbamos a estar juntos toda la vida, de diferentes formas. Sentí que ese amor es tan grande que necesita mutar en el tiempo.

Después de leer quise que cada historia de amor tuviera un principio y un fin, no tener satélites por años en orbita. Si han de ser muchas las historias que concluyan. Pero no es así, mutan efectivamente y cada tanto vuelven a tocar la puerta con un recuerdo, con una foto, con un sabor y vuelve con cada una de esas cosas la sensación de frustración, el maremágnum de todas y de la única, la propia. La que, desde su lugar privilegiado, es espectador de los errores, los miedos, las torpezas, la humanidad. La que es testigo del paso del tiempo y del asentamiento del carácter.

Una sola historia de amor que no repara en si ha sido con una o con cien personas, que esta alrededor de sus treinta, que se vuelve adulta, que va cargándose de peso, que es más profunda, que se conoce y que es más esquiva. Al contrario de El Pasado el futuro parece prospero, hay indicios de cordura, hay fuerza en el espíritu hay sabiduría y hay esperanza, una palabra gastada pero justa.

El Futuro también llegó en un buen momento, con sus páginas en blanco y con el aliento para vivirlo y leerlo incluso dentro de la calamidad domestica.

PD. Recomendada.

martes, agosto 22, 2006

Atarraya



Sin darme cuenta, comencé a tejer una colcha.
Tenía mucho tiempo libre y me sentía sola
En vez de agujas utilice anzuelos
Con la técnica del croché tejí una red
Nadie me cayó la boca, ni me dijo lo que estaba haciendo.

Yo no me daba cuenta, sólo me sentía mal.
Creía que estaba elaborando una red poderosa a prueba de todo
Tan fuerte que podría soportar vientos del norte y del sur
Una red cargada de gestos de generosidad y amor

Una atarraya para un pescado dorado
Sólo luego de un profundo silencio entendí
Que era una colcha de reproches.

martes, agosto 08, 2006

Muñecos de Papel


Si usted es mujer, tiene más de 29 años y la relación más larga que ha tenido en su vida duro tres años, y fue cuando estaba en el colegio, sabrá de qué le hablo.

Los lobos, los hay de todas las estirpes y pertenecientes a las jaurías más diversas: los artistas, gremio complicado, los redentores, quienes vinieron a este mundo a salvar mujeres, y que decir de los B&B: bonitos y brutos,- porque en este mundo, en mala hora liberado del machismo, ésta letal combinación ya no es exclusiva de las mujeres-, también están los viejitos verdes que se declaran su manager exclusivo. Todos son igual de venenosos.

Los Artistas:

Si un hombre se le acerca seductoramente y… después de una conversación deliciosa, muchas ginebras, alguna locura como salir a caminar bajo la lluvia, se queda mirando su pelo y le dice te verías preciosa pelirroja, pero quiero dejar algo muy claro entre los dos: “por favor no te enamores de mi o sufre constantemente del síndrome del astronauta: necesita su espacio. SALGA CORRIENDO, es altamente contagioso. La picadura de este animal la puede dejar en la calle, sin apetito sexual y es muy probable que la historia termine en una comisaría de familia y usted con un ojo morado si bien le va.

Los artistas generalmente no tienen un peso en que caerse muertos y ya sabemos que el monto de los ingresos es directamente proporcional a la vigorosidad del instrumento que utilizan para “darnos placer”. El primer mes las locuras continuarán, las excentricidades serán pan de todos los días y el sexo será el mejor.

Pero luego de que a los dos meses, le haya dicho que si se puede quedar en su casa por unos días, porque lo echaron de la pieza donde vivía, las cosas se tornaran en una pesadilla que ni usted; ni nadie en este mundo quiere vivir.

Del mente abierta, que conoció ya no quedará ni el rastro y usted comenzara a tener problemas para ir a sus impajaritables noches de chicas.

Su sueldo, que alcanzaba hasta para unos zapatos nuevos cada mes, empezará a verse notoriamente disminuido. Los mercados de su casa dejarán de ser cosas dietéticas y frutas. Ahora deberá abastecerse de toda clase de carnes, licores y encurtidos para alimentar al cachorrito desvalido que no tiene donde vivir.

Ah… y del sexo vallase olvidando, porque el stress de no estar haciendo nada o de estar haciendo mucho, no le permite responderle como es debido, además de la pena tan grande que le da; que usted este pagando todas las cuentas, incluida la del teléfono que se aumentó en un 500%, porque él esta haciendo gestiones para encontrar un trabajo acorde con su genialidad.

Los redentores

A mi juicio los peores. Tienden a hacer sus apariciones cuando usted acaba de terminar con un artista. Estos sí que son los maestros del disfraz, en las primeras citas sólo van a querer acompañarla y servirle de apoyo, la van a invitar a comer, a bailar, a hacer todo lo que el “otro” no hacia, la van a convencer de que usted es la mujer más bonita que ellos han visto sobre la faz de la tierra, es más, es muy probable que le saquen esquemas, tablas de porcentajes y su belleza, al final, estará por fuera de todo lo común.

Claro, los de esta especie son excelentes conversadores, chistosos y generalmente a donde van los adoran. Como se hicieron pasar por un amigo a usted lo del sexo ni se le ha pasado por la cabeza, pero ellos están al acecho día y noche y como son tan bondadosos e insistentes, usted termina dándoselo por gratitud. Ahí comienzan los problemas. Los redentores no han hecho más que hablar de sus faenas en la cama y de cómo todas las mujeres que han pasado por sus manos han terminado maullado de placer, pero a la hora de la verdad, nada. A usted la asalta un sentimiento de vergüenza, él le despierta un instinto maternal y usted sólo puede consentirlo como a un gatico y esperar a que se duerma – muerto de la pena – para salir corriendo.

Como ya dije, estos son los peores, porque muy seguramente después de la triste faena, usted tendrá la culpa de su impotencia. Claro, usted no estaba lo suficientemente excitada o tal vez estaba muy excitada, pero él no pudo hacer lo suyo por su culpa.

Pero ahí no termina la cosa, como ellos son la especie dominante, luego del fracaso deben hacer un derroche de fuerza y como no se pudo por abajo. Sólo les queda hacerlo por arriba, así que sin más recurren a la tortura psicológica haciéndola sentirse como una total idiota y desvalida, que sin ellos no puede existir en este mundo:

Pobre la niña con ese novio tan ruin que tenía, mi niña no puede ponerse triste, haber la niña que tareas tiene para hoy, se tomo el remedió, si comió, se acordó de traer las gafas. Como a los dos meses, usted deja de estar con el hombre querido que lo entendía todo y pasa a estar con una pesada enfermera de cuidados intensivos que no la deja respirar.

Cuando los ejemplares de esta clase se dan cuenta que tienen absolutamente asfixiada a su víctima, dan una estocada final, que le recuerda a usted- la victima- lo idiota que es y satisfechos se alejan sin dejar rastro.

B&B

Esto no es el nombre de una pastelería, ni un moderno tipo de música, son los denominados bonitos y brutos. A estos, me es imposible verlos con desprecio- ese instinto maternal que jode tanto- es que en algún punto uno los quiere como a un hijo bobo.

Son divinos, parecen de peluche, dan ganas de abrazarlos y besarlos, porque eso es lo máximo que usted puede hacer con ellos. Lo único que les importa es si están churros, si se compran una chaqueta de 300 dollares, si se cortan el pelo donde Quevedo o si su mejor amigo esta estrenando hembrita, lo que hace verdaderamente imposible entablar algún tipo de conversación. Del periódico sólo leen la sección de deportes, lo mismo pasa con el televisor y ni hablar de escoger alguna película en el cine. Al poco tiempo de frecuentarlos, usted comenzará a sentir un intenso dolor de cabeza, no habrá acetaminofen efectivo para esta dolencia, se tratará de una hermosa cuernamenta que sale de su frente y que cada vez es más evidente para todos menos para usted, por supuesto.

Estos ejemplares padecen del síndrome del pulpo que consiste en que con cada tentáculo aprisionan a una mujer y no sueltan a ninguna, esta fuerza endemoniada que hacen con cada uno de sus brazos segrega una sustancia que los mantiene vivos, la adulación. Entonces no se le haga extraño que alguna mujer desequilibrada le estrelle su carro o la busque hasta en el fin del mundo para decirle la verdad: que el tipo es un perro.

A muchos de los de esta raza el mundo de las mujeres no les basta, entonces es probable que a usted no sólo le toque enfrentar desequilibradas sino también desequlibrados que se hacen pasar por los mejores amigos de la belleza.

Los B&B`S, se caracterizan por tener un coeficiente intelectual muy bajo, lo que es extremadamente peligroso para una mujer, porque no hay nada mas violento que la estupidez y la torpeza.

Los Managers verdes

Bueno, que nadie la culpe, pero después de un largo trasegar por el mundo de afuera usted lo único que quiere es protección, cariño y cuidados. NO SE DEJE ENGAÑAR, si tiene esos síntomas lo mejor es que consulte a su psiquiatra. -único hombre que vale la pena en el mundo, él tiene la fórmula mágica: una pepita de la felicidad-. A las dos semanas de tomarla usted comenzará a notar el alivio, eso claro, si es capaz de superar el temblor inexplicable de sus manos, las quejas de sus vecinos por los repetidos toquecitos que usted le ha hecho a sus carros y los regaños de su jefe porque su desempeño laboral últimamente deja mucho que desear.

Los managers verdes, son hombres mayores, que han vivido la vida, que tienen mujer y lo más importante, a usted la adoran, usted les devolvió las ilusiones perdidas, usted para ellos es verdaderamente una mujer, no como la recua bruta y frígida con la que duermen todas las noches, con la que tienen hijos y pasan el 24 y el 31 de diciembre. Esta especie se concentra en ambientes ejecutivos y puede ayudarla a conseguir un buen trabajo, ese es el gancho que utilizan.

Estos tampoco la abordan con propuestas indecentes ni le prometen largas noches de jadeos y sudores, sólo se lamentan de su bisexualismo: según ellos, sólo tienen sexo dos veces al año.
Pero si las copas de más los llevan a la cama lo único digno de hacer es: Gemelos Fantásticos actívense en forma de: cubo de hielo para apagar el fuego y el afán o en una especie de Lucia Nader y poder brindar sabios consejos.

domingo, agosto 06, 2006

Vida Nueva


Vida nueva, más colorida

miércoles, agosto 02, 2006

Viaje al sur


Viajé al sur, de trabajo y para ver si dejaba por allá algo del pesado equipaje.

Nota: En diciembre me robaron mi cámara y no pude tomar fotos haré lo mejor que pueda con las palabras.

Sobre Chile:

Fue impresionante llegar por la tarde a ese país, la cordillera estaba encapuchada con nieve y las faldas de las montañas estaban cubiertas de una piel morena, roja y arrugada. Sobre ese telón se empezó a ver la sombra diminuta del avión, luego se veía lejos pero igual de grande al aparato y finalmente cuando aterrizamos su fundieron la sombra y el aparato como si esa cosa que nos llevaba adentro se hubiera puesto en paz consigo misma.

Una ciudad llena de edificios con espejos, organizada, limpia y brillante, básicamente aburrida, por lo menos en la parte donde nos quedamos. Un hotel Express.

Tomás nos emborrachó la primera noche en La Catedral. Unas horas después nos fuimos para Val Paraíso, una ciudad costera con tono de melancolía que no tenía nada que ver con mi estado post Piscola (trago típico chileno) aunque yo pensé que sí.

Ese día estuvimos muy silenciosos, el paisaje no invitaba a más, el mar era del verde de aquellos ojos verdes, los de mi mamá. Justo llegamos a la caleta del membrillo un restaurante muy típico donde estaban unos músicos de esos que dedican canciones en las mesas con sacos de lana virgen y un sonoro amplificador, Tomas quería salir corriendo de ahí pero a nosotros los extranjeros nos parecieron hermosos. Todos cantaban y aplaudían y lo mejor frotaban la concha de la buena suerte. (Eso a mi me sonó vulgar, pero es una práctica cotidiana)

Esa noche un poco más de vino en un bar y luego a trabajar y luego a un bar y al otro día, viernes, a trabajar y luego a comer ostras en Azocar (creo) y mucho vino blanco, de ahí salimos a un bar en la zona bohemia de Santiago: Bellevista y bailamos hasta las cuatro de la mañana, F. se encontró con un amigo y se fue. Yo creí que me enamoraba, visité algún barrio residencial de Santiago y llegue al hotel Express a pedir que no me pasaran llamadas porque mi jefe me puso una cita con un señor que me iba a explicar una metodología para el análisis de noticias a las 10:00 a.m.

El sábado recorrimos el centro de Santiago en una tarde gris. Yo ya estaba jarta de comer bichos de mar extraños, hasta ese día había probado el erizo, los locos, las machas, los picorocos, el tiburón, las ostras, eso si deliciosas, bueno y pedí pizza o hamburguesa una comida de verdad, luego fui al cumpleaños de un niño bien de Santiago, igualitico al cumpleaños de Manolo Iturralde en el Park Way, el barrio igual, el apartamento igual, el ambiente igual eso me impresionó, claro los colombianos un poquito más animados pero en esencia igual. Luego, una gran integración oficinesca al ritmo de Agarrensé de las manos del Puma, así llegue a mi hotel unas horas antes de tener que tomar un vuelo para Buenos Aires.

Continuara…

miércoles, julio 12, 2006

Póngale la música



A ti quien te dijo que me dijeras la verdad
que no me gusta esta ansiedad
que voy dando vueltas en el huracán


A ti quien te dijo que te iba a querer toda la vida
que me levanto encendida

Dime mentiras que me dejen la espalda en tiras
Que me saquen a bailar
que salgan de esa boca que quiero pellizcar

Dime que tiemblas cuando me miras y que nunca te iras
Que mis botas están rotas y mis pelos en paz
Dime mentiras mientras me miras


A ti quien te dijo que te iba a querer toda la vida, sólo un ratico más

Dime mentiras para poderte mirar
que me saquen la sal,
que te puedan picar

Puede que esto no te suene normal
yo sólo quiero estar en el huracán

Dime mentiras que me dejen la espalda en tiras
Que me saquen a bailar
que salgan de esa boca que quiero pellizcar

Dime que tiemblas cuando me miras y que nunca te iras
Que mis botas están rotas y mis pelos en paz
Dime mentiras mientras me miras


Dime mentiras para poderte mirar
que me saquen la sal,
que te puedan picar

Bis


lunes, mayo 15, 2006

Cuaderno de poesia en borrador II


Libertad.
Me entierro a mi condena inventada.
Me entierro a voluntad
Mil muertes más, mil resurrecciones.
Es sólo un invento.

Sin miedo
Donde están las botas y el látigo
Que no he podido domar a los leones.

A peso
Todo parece verdadero, duradero. Peligroso escondite.
“aquí donde puedas verme voy a esconderme”
Estoy aquí detrás de mí.

Sexo
La turbulencia del deseo aplacada.
La falda planchada.

Conversación
Solo oigo tu voz, ¿cual es mi dial?
A esta distancia no entra bien la señal.

Deuda

Era la Feria del Libro del 2001, la editorial Norma relanzaba Primero Estaba el Mar de un escritor antioqueño muy poco conocido en el país. Esa novela, sobre J, la manigua y el mar, había sido publicada 18 años antes por un embriagante proyecto editorial, Publicaciones El Goce Pagano. En esa época Tomás González, el autor, era el encargado de servir los tragos en un lugar de salsa del mismo nombre.

El año anterior al relanzamiento de Primero estaba el mar, Moisés Melo editor de Norma, se había dado el lapo de publicar una novela difícil y muy cómica titulada La Historia de Horacio, la cual cuenta la historia alambicada de una familia paisa, que pasó, como tantas cosas, sin pena ni gloria por las librerías colombianas.

Mi misión era hacer que ni el relanzamiento, ni Tomás González pasaran sin pena ni gloria. Tristemente, la novela pasó, con mucha pena, sobre todo del escritor, y con una gloria efímera de dos o tres reseñas en los diarios y un par de notas para los noticieros locales de televisión.

Tomas González es tímido. Lo que hacia un poco más complicado el asunto de sacarlo del anonimato. Había llegado a Bogotá después de 20 años sin pisar estas tierras y estaba controlado por una frenética jefe de prensa.

En Medellín teníamos el gran evento, nos montamos en un avión y sentados en la silla, con 45 minutos por delante sentí pánico ¿ahora de que le hablo? A mí los minutos me quedaron cortos, para él debieron ser eternos, cuando aterrizamos en el aeropuerto José María Córdoba de Río Negro, me preguntó si conocía la filosofía Zen, esas fueron las únicas palabras que me dijo ese día.

Almorzamos un horror de bandeja de arriero con chicharrón de catorce patas. A las tres empezamos a visitar a los periodistas y se nos fue la tarde, nos fuimos para el hotel a cambiarnos y de ahí a la Biblioteca Pública Piloto, en el barrio Carlos E. de Medellín, a donde muchos asistieron con el ánimo de volver a ver al sobrino del célebre filosofó y orgullo antioqueño, Fernando González.
v
Los presentadores hablaron del poder de los recuerdos en la obra de González y muchos querían saludar al hijo prodigo. Desde ese momento, en la mirada de Tomás se poso un velo, como una micro pantalla de cine por la que empezó a pasarle su pasado.

Nos emborrachamos en El Niagara, una tienda en el poblado que tiene cinco puertas, a donde van todos los intelectuales parranderos de Medellín.

Al otro día seguía nuestra tortura, nos encontramos en el restaurante del hotel, Tomás me pidió no dar más entrevistas, dijo que se estaba sintiendo como un bobo diciendo siempre lo mismo.

La Historia de Horacio no es un libro fácil de leer, en él Tomás retrata a unas tías amargas y ambiciosas que me causaron mucha impresión. La manera como Tomás describe a los personajes es como si al mismo tiempo en una fotografía pudieran aparecer el físico y la personalidad. Utilizando una técnica casi policíaca como la de los retratos hablados las imágenes que da son tan nítidas que los retratos mentales que uno como lector se hace de los personajes y de los paisajes son perfectos.

Esa mañana llegamos a envigado, luego de haber montado en metro, en la plaza, frente al atrio de la iglesia, junto a una Ceiba inmensa. Teníamos el resto del día libre, una plaza enmarcada por tiendas y una competencia fuerte de equipos de sonido con Darío Jaramillo a todo volumen. Tomás me invitó a tomar algo para espantar el guayabo. Pidió un aguardiente y una cerveza para cada uno y me contó que en la época de la marihuana y en el comienzo del narcotráfico esas tiendas habían sido reformadas por traquetos.

Empecé a mirar hacia el interior, por las puertas se dejaban ver las reformas. Recuerdo una que tenía bancas blancas con espaldar alto, tapizadas de charol rojo, la pata de mármol blanco y encima un vidrio grueso verde claro. Afuera una mujer triste veía pasar el día.

Ya no se si son mis recuerdos o las imágenes de El Rey del Honka Monka, un libro de cuentos esplendido, mí preferido, que apareció dos años después.

Pasaron dos cervezas, dos aguardientes y pocas palabras, se paro, fue hasta la barra, pagó y me pregunto si lo acompañaba hasta la casa de su tío.

Llegamos bajo un sol inclemente de mediodía, yo me estaba muriendo de ganas de entrar a un baño, pero resultó que la casa del tío era un museo y que el museo estaba cerrado. Tomás se puso triste y la pantalla se apagó.

Salte, con mucha dificultad una rejita azul clara. Tomás me gritaba que no me metiera, que era peligroso, yo claro que quería que él entrara a ver la casa, pero sobretodo quería un baño. Al rato apareció una mujer mayor. Yo, toda atropellada por la urgencia, por los aguardientes y por la emoción, alcance a decirle Tomas González, la mujer se quedo seria, me clavo la mirada y me dijo: El niño Tomás esta aquí. Si señora, le puede por favor abrir la puerta y prestarme un baño.

Ella salió corriendo y cuando lo vio se quedo parada detrás de la reja, caminaron juntos muy despacio hasta la puerta de la casa de Fernando González.

Cuando entre, el rostro de Tomás se había transformado. No dijo nada sólo recordó: aquí quedaba la biblioteca, allí jugábamos fútbol mis hermanos y yo, esta era la pieza donde yo dormía.

A mi el corazón empezó a saltarme y las lagrimas se me juntaron todas antes de los parpados, no dijimos nada, salimos despacio y nos despedimos de la señora, cruzamos la calle.

Entramos a una tienda de viejo y salieron dos señoras muy pispas. Tomás se quedo helado y trato de pronunciar un nombre, ellas también se quedaron atónitas, pero no se movieron, no dejaron el rictus de amargura de sus caras, les costo trabajo acercarse para darle la mano. Salimos corriendo. Eran las tías, existían de verdad

lunes, abril 10, 2006

Silenciese

martes, marzo 28, 2006

Terapia de pareja: Tranquilos, todos sentimos lo mismo


Supe que Catalina Ortiz iba a ser artista cuando en quinto de bachillerato Memé, nuestra profesora de filosofía, nos puso un trabajo sobre Platón y el mundo de las ideas y ella llegó al salón de clase con un tendedero del que colgaban unas prendas minúsculas que unían el mundo real con el mundo de las ideas.

Ahora que somos adultas, Catalina está exponiendo su obra en la galería Goodman y Duarte, cerca al CAI de la 76 con 11. Esta exposición es súper femenina, por si a alguien le molestan las cuestiones de género. Todas las piezas tienen mucho de oficio, como de los oficios de las mujeres de antes: bordar, podar y regar las matas, peinarse, casarse, castrarse, tener insectos en las manos, escaparse. La sensación racional es que esos oficios son anacrónicos, que ahora no somos así.

MENTIRAS esta exposición es un bonito reflejo de que todos sentimos lo mismo, de que existe una estrecha distancia entre lo privado y lo público y de que lo privado se puede volver público de una forma sutil y bella.

El gran tema es qué diferencia a los hombres de las mujeres y por qué existen esas zonas en las cuales no nos reconocemos, ni nos entendemos. Esta exposición es una gran pista para estrechar esa brecha que cada día, por falsas ideas como el feminismo, se hace más difícil de cerrar. Esta muestra nos hace ver que a pesar de nuestra tendencia a perder la cabeza por amor, sólo basta con cerrar la cremallera, usar la fuerza y decididamente cumplir con la obligación de amar.

Me recuerda a Emily Dickinson, esta vez traducida por Silvina Ocampo,

Toda la verdad decidla pero al sesgo-
El éxito mora en rodeos
Demasiado brillante para nuestro doliente deleite
La verdad soberbia sorprende

Como el relámpago a los niños
Que una buena explicación tranquiliza
La verdad tiene que deslumbrar gradualmente
O todo hombre será ciego-

Súper recomendada.

martes, marzo 14, 2006

Clase de Lectura 1


Quiero aprender a leer, no las palabras que están puestas en las páginas de un libro.
Quiero entender cuando, con gestos, me estas diciendo algo. Quiero entender cuando una palabra es importante y cuando no.
Para mi clase de lectura me gustaría tener un diccionario sin definiciones. Un diccionario de posibilidades.
Quiero distinguir entre verdad y mentira. No quiero limitarme a leer lo que tengo frente a mis ojos, como pasa con un libro, que generalmente abre un mundo de posibilidades.
No bastan el blanco ni el negro, algo me dice que casi todo es del gris de las tardes de esta ciudad, donde tu y yo vemos llover en la distancia.
O preferiría no entender, no ver más allá, sólo ver lo que tengo frente a mi, sin más. Simple, nítido, instantáneo como una polaroid.

miércoles, febrero 22, 2006

El Romantico

No dijo nada
Nos montamos en el BOK y salimos de Bogotá
Mi cabeza estaba pesada y confundida
Paramos en un sembrado de algodón
Vimos pasar al ejército
Yo venia de la guerra y tenía que gritar

Andamos en silencio mucho rato
Lo perseguí por entre frailejones y quiches rojos
Sin decir nada, me llevó al cielo.

lunes, enero 30, 2006

This is so disturbing (Vikram Seth )

Yo no tuve hermanos pero en Cartagena, durante el Hay Festival, descubrí que no es necesario tener la misma madre.
Mis hermanos y yo nos protegimos de "esta desmedida angustia del espíritu por cosa alguna", nos dejamos llevar por cada uno de nuestros delirios, bailamos sin parar, nos reímos como niños, cada noche fue como una película vieja de las que hacen llorar.
Mis hermanos y yo hicimos un carnaval de amor que se movía por derechas y por izquierdas.
Mis Hermanos y yo lloramos juntos por un poema, nos convertimos en lo que no queríamos ser y en lo que queríamos ser. Nos agotamos y nos alentamos.
Mis hermanos se burlaron de mí y me hicieron grande. En silencio escuche el grito de sus pesadillas. Al amanecer en el caribe, juntos, nos acompañamos. Mis hermanos y yo.

Gracias a La Peña Literaria

lunes, enero 23, 2006

Nuestro Jardín

El domingo fuimos al vivero, casi ninguna se veía bonita, estaban solas a pesar de estar todas juntas, como nosotras en la fiesta.

Las escogimos, a ellas y a las materas, las vimos juntas sobre un carrito de metal, ahí ya se veían mejor, cómo nosotras volviendo ebrias y cansadas en el Fiat.

Las pedimos a domicilio. No llegaron durante toda la semana, yo tenía que trabajar, el timbre esta dañado, a P. la citaron en el colegio de los niños. Finalmente cuando llegue por la tarde, el jueves, estaban ahí, pero no habían llegado; sólo estaban puestas sin gracia. En mi cabeza daban vueltas, pensaba cómo ponerlas mejor. Cuando vivíamos en la macarena pasaba algo similar, nos metíamos todas al baño nos poníamos azul en los ojos o estrellitas en el pelo o uno que otro Lápiz de Labios y nada, no cogíamos gracia, salíamos a bailar y volvíamos juntas pero solas.

Esa noche estaba haciendo frió y no pudimos estar mucho tiempo abajo, nos fuimos a dormir, sabiendo que estaban ahí, que ahora estaban en la casa con nosotros.

La noche antes de armar el jardín R. no pudo sentarse junto a mi, se quedo mirando el Barrio de Invasión absorto en esa cuadricula cambiante, llena de mensajes silenciosos, de complicidad.

Nos despertamos con afán, ellas estaban ahí y no habíamos salido a recibirlas. Mientras yo fritaba unos pedazos de tocineta torpemente, R. salió y tomo unas medidas, hizo una lista mental. Estaba haciendo sol y el cielo estaba muy azul, cuando íbamos para la ferretería J. llamó y me preguntó, extrañado, si iba a hacer cosas de hombres, la verdad no supe que responder.

Compramos las puntillas, los clavos, las tuercas y una nueva, las demás se veían tan solitarias, a pesar de estar juntas, así que pensamos en llevarles más compañía. Cuando vivíamos en la macarena era igual, no podíamos salir sin buscar compañía.

La tarde pasó con el ruido del taladro y la angustia de que el vino no llegara a tiempo, todo llego a tiempo. Vimos desde la terraza varios aviones. Al borde de la tarde nos abrazamos en el sofá a verlas, ya no se ven solas, ya son nuestro jardín.

martes, enero 10, 2006

Ultimas lecturas, advierto: todo parecido con la realidad puede ser ficción.



















Me costo mucho trabajo, fue un regalo de cumpleaños que me hizo Carlos Castillo, me demore como 4 mese en leerlo, es de Edwidge Dandicat una mujer haitiana americana. Hermosa que siempre ha tenido swing, lo primero que se conoce, o que al menos yo conocí, se llama ¿Cric? ¡Crak! son nueve cuentos de historias orales que pasan de generación en generación. Generaciones marcadas por una violencia muy cruel, allí las mujeres son personajes de una valentía dignificante.

Danticat tiene algo especial, es muy femenina en su escritura, es delicada y precisa, sus relatos están perfectamente cosidos. Su escritura tiene un ritmo como de regge (no se como se escribe). El último libro que me leí de ella se llama El Quebrantador, son nueve cuentos, cada uno en sí mismo tiene mucho sabor, no parece un libro, parece más un disco. Y esta muy bien, creo que por eso me quede tanto tiempo en él. Mi cuento preferido es sobre una costurera de vestidos de novia, una mujer que dedicó su vida a confeccionar esos trajes llenos de encaje, perlitas diminutas, botones y no sólo eso, sino a coser ilusiones amorosas.

La viejita, quien utilizaba unas pelucas como las de Celia, tenía en realidad una cabeza cana llena de surcos perfectos que se formaban con unas trenzas grises y blancas pegadas al cráneo que hacían un recorrido zigzagueante por sus pensamientos, estaba loca. Dejaba su oficio porque veía figuras y oía voces de todas esas mujeres que vistieron de novias, gritándole a la cara llenas de furia. Visualmente ese cuento es alucinante, produce un efecto parecido al de la película Los Otros cuando se voltea la niñita, así: QUE SUSTO.

Lo otro que tiene de bueno ese libro es que uno se lee cada historia y entre una y otra se van cruzando personajes pero nada trascendental, hasta el ultimo cuento donde Dandicat entrelaza las historias de una manera increíble y cada personaje, que alguna vez fue protagonista y muchas otras- durante el libro- un extra, adquiere su lugar en todo el libro. Sólo hasta el final uno se da cuenta de la finura con que ha sido concebido el libro, de la inteligencia sutil de la negrita haitiana, de la belleza.

Además como quien no quiere la cosa el libro tiene por detrás una seria investigación sobre la dictadura en Haití, sobre la figura de los torturadores. Existen unos personajes que son perseguidos por su pasado siempre, que a pesar de haber cambiado radicalmente de vida nunca dejan de temerle a quien fueron, no se reconcilian con su pasado, viven atemorizados de que los reconozcan por algún gesto, esa zozobra esta muy bien lograda.

El libro tiene una gran dosis de condición humana, en uno de los cuentos Puerto Príncipe se enciende en una revuelta porque el hijo del dictador sale huyendo del país y en las calles la gente se pelea por el agua potable, este episodio es un descarnado retrato de la condición humana y logra casi un efecto Animal Planet.

La otra lectura resiente fue La Mujer Justa, de ese escritor que acaba de pasar por moda, Sándor Márai. Fue recomendación de Andy el justo.

La historia es un divorcio. El libro esta dividido en tres capítulos, cada uno de ellos es el punto de vista de uno de los personajes del trío amoroso. En este libro, a mi juicio, no es que uno se encuentre con una gran escritura, con un ritmo memorable o algo así, lo que hace Márai magistralmente es meterse en el pensamiento mas intimo de sus personajes.

Ora si es mujer burguesa escribe exactamente como piensa, siente y actúa, una. Parecía que el señor Márai estuviera hablando de mí. Muchas veces en ese primer capitulo dije yo soy así, yo he pensado así. Cuando me lo leí estaba divorciada de un delicado burgués y cada descripción era tan justa.

El hecho de que exista una persona justa para otra es uno de los temas importantes del libro pero eso es tan relativo. Lo bonito es que uno casi nunca conoce una historia de amor desde todos los ángulos, esas cosas son tan difíciles de ver y en este libro la historia esta redonda. Para Marika, mi protagonista, la burguesa, la mujer justa para su marido era Judit la amante criada, no que fuera criada para ser amante sino que fue la criada por mucho tiempo, sólo sabia servir. Para Judit la mujer justa para el hombre de su vida era Marika y para él, la mujer justa era Marika a quien abandonó. Marika era la mujer justa. Y sin embargo fue una desgraciada.

La novela comienza con un relato de Marika contándole a una amiga, durante una helada tarde de invierno en una heladería de Budapest, los motivos que tuvo su marido para dejarla y las consecuencias del abandono: “Estaba tan concentrada en un hombre que no me quedaba tiempo para ocuparme del mundo. Luego perdí al hombre y a cambio hallé el mundo” Al final queda un placido sabor a justicia.

“Hace falta una fuerza sobrehumana para vivir contra la propia naturaleza” es una de las frases del libro que se quedo taladrándome la cabeza un tiempo. Cómo se sintió Marika, lo que hizo para retener a su marido a pesar de saber que no la amaba, creo que sólo lo entiende bien una mujer. Lo sorprendente es que lo escribió un hombre. No quiero, aunque no se me note, ser sexista, pero que los hombres pueden entender a las mujeres, queda comprobado en este libro.

Ah y ayer por la mañana no podía dormir eran las 7 de la mañana y yo estaba despierta comiendo techo, quería algo fuerte y me pare por Sor Juana Inés de la cruz, aquí yo no puedo decir nada, sólo que quiero dedi Carlo.

Pero valor, corazón:
porque en tan dulce tormento,
en medio de cualquier suerte
no dejar de amar protesto.


Se acabaron las vacaciones, estas palabras son injustas con los libros, comenzó el nuevo año.